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September 26, 2016

BaterÃa Lenovo 121001071

Elgan no estÃ¡ solo en este alegato: James Kendrick, otra figura relevante del mundo de la tecnologÃa, explica abiertamente por qué trabaja a diario desde cafés, y como él mismo explica, "no es por el wifiâ€. El sonido de fondo y el ir y venir de clientes despiertan algo en nuestra psique que abre la caja de los truenos de la creatividad. Y eso no tiene precio Â¿o sÃ?
A dÃa de hoy se nos hace difÃcil digerir que la tecnologÃa y los ordenadores no sean mÃ³viles o portÃ¡tiles. Esto es porque han pasado nada menos que 30 aÃ±os desde el lanzamiento del primer ordenador de consumo masivo realmente portÃ¡til, el Toshiba T1100, que pesaba unos 4 kilogramos. Tras la irrupciÃ³n de las tabletas, algunos pronosticaban el fin de estos equipos, pero siguen mÃ¡s en forma que nunca gracias a los Mac, que dan mÃ¡s dinero a Apple que los iPads, los ultrabooks y los hÃbridos con Windows.

Toshiba EspaÃ±a estÃ¡ celebrando esta semana el 30 Aniversario del lanzamiento del primer portÃ¡til comercial para el consumidor masivo, el Toshiba T1100, un dispositivo con el que la firma nipona revolucionÃ³ el mercado informÃ¡tico mundial. Tres décadas después, los ordenadores portÃ¡tiles se han convertido en elementos indispensables de la vida diaria, transformando el mundo de los negocios, la educaciÃ³n y el ocio.
"La configuraciÃ³n del Toshiba T1100 de 1985 fue todo un prodigio de ingenierÃa y un triunfo de la tecnologÃa de miniaturizaciÃ³n", ha celebrado la compaÃ±Ãa japonesa. A mediados de los 80, los ordenadores eran equipos grandes y voluminosos, que ocupaban prÃ¡cticamente la totalidad de la mesa de trabajo de una oficina y ataba a la misma a sus usuarios. Ya se habÃan fabricado varios ordenadores transportables, pero el proyecto de Toshiba fue el mÃ¡s parecido a los actuales portÃ¡tiles y el mÃ¡s ambicioso.

'La configuraciÃ³n del Toshiba T1100 de 1985 fue todo un prodigio de ingenierÃa y un triunfo de la tecnologÃa de miniaturizaciÃ³n'
Toshiba fue capaz de fabricar un ordenador completo y funcional y de similar rendimiento a aquellos PC, lo suficientemente pequeÃ±o y ligero para ser transportado en una bolsa o mochila. Eso sÃ, el T1100 pesaba pesaba 4,08 kilos, medÃa 30,98 centÃmetros de ancho, 6,6 de grosor y 30,48 centÃmetros de largo. Teniendo en cuenta lo que hemos sufrido con la autonomÃa de los portÃ¡tiles durante casi toda su historia, hasta la llegada de los ultrabooks y los hÃbridos, la autonomÃa de su baterÃa de Ã¡cido de plomo no estaba nada mal: 8 horas.

Respecto a su configuraciÃ³n, el T1100 incluÃa un procesador Intel 80C88 de 8 MHz, sistema operativo MS-DOS, unidad de disco flexible de 3,5 pulgadas de 720 kilobytes de almacenamiento (por primera vez, un PC incluÃa una disquetera de este tipo) y una memoria interna de 512 kilobytes para cargar el sistema operativo.
AdemÃ¡s, incluÃa una funcionalidad que permitÃa pausar el ordenador entre sesiones, sin necesidad de reiniciar el equipo, y que hoy en dÃa se ha convertido en un estÃ¡ndar de mercado. También disponÃa de una pantalla LCD de 23,11 cm por 11,9 cm, en blanco y negro, capaz de mostrar textos de manera clara y legible y una resoluciÃ³n de 640x200 pÃxeles.

El precio de lanzamiento del T1100 superaba los 4.000 euros y, durante su primer aÃ±o de comercializaciÃ³n, Toshiba vendiÃ³ un total de 10.000 unidades, la gran mayorÃa en Europa. En EspaÃ±a se lanzÃ³ el 28 de abril de 1985, pero la distribuciÃ³n masiva del producto se produjo principalmente en 1986. La buena acogida supuso la confirmaciÃ³n del interés de las empresas por este tipo de dispositivos y de que el portÃ¡til podÃa convertirse en un producto de consumo masivo.Un aÃ±o después, Toshiba tenÃa listo el T3100, un equipo con disco duro y un procesador (Intel 286) que ofrecÃa un rendimiento hasta entonces sÃ³lo accesible a los PC de sobremesa. Sobre la base de estos dos primeros logros tecnolÃ³gicos, Toshiba continuÃ³ ampliando su gama de ordenadores portÃ¡tiles y comenzÃ³ a venderlos también en los mercados japonés y estadounidense. Los portÃ¡tiles continuaron su expansiÃ³n en el mercado de PC y fomentaron el desarrollo, por parte de la industria, de componentes especÃficos para dispositivos y equipamientos portÃ¡tiles, lo que ha atribuido decisivamente al desarrollo de la sociedad de la informaciÃ³n.

Un repaso a la evoluciÃ³n tecnolÃ³gica y a la nueva ola de dispositivos ultraligeros y ultraportÃ¡tiles que han llegado al mercado durante los Ãºltimos aÃ±os (netbook, tableta, ultrabooks, hÃbridos, 2 en 1, desmontables, cloudbook, Chromebook o MiniPCs), demuestra que los mismos valores intrÃnsecos que motivaron a los ingenieros de Toshiba en 1985, siguen vigentes.
"Fuego. Y en cantidadesâ€. Esa era la soluciÃ³n del doctor Julius Hibbert en un capÃtulo de Los Simpson. Ahora este remedio estÃ¡ mÃ¡s al alcance de todos gracias al estadounidense Chris Byars. Él, junto con Jim Stewart y Tony Sroka han diseÃ±ado el primer lanzallamas portÃ¡til disponible comercialmente del mundo, y financiado enteramente mediante crowdfunding. La idea naciÃ³ en el aÃ±o 2007 en la quebrada ciudad de Detroit.
"El lanzallamas es algo en lo que siempre he estado interesado. Su uso en pelÃculas y videojuegos me ha fascinado con los efectos visuales producidos por una inmensa lengua de fuegoâ€ cuenta a Teknautas Chris Byars, CEO de XM42, la empresa detrÃ¡s del invento. "Hemos desarrollado un lanzallamas porque querÃamos producir algo que no estuviese en el mercado. QuerÃamos llevar al mercado que represente lo que un lanzallamas real deberÃas serâ€.
En pleno siglo XXI, con la guerra de Vietnam finalizada y ningÃºn apocalipsis zombi a la vista, Â¿para qué podrÃa alguien necesitar un lanzallamas? Los usos prÃ¡cticos (y completamente pacÃficos) que enumera el fabricante no son pocos, desde la eliminaciÃ³n de malas hierbas que crezcan en el pavimento a la limpieza rÃ¡pida de hielo y nieve.

Dispara un chorro de gasolina desde un depÃ³sito de un litro mientras que el dispositivo de encendido hace prender el combustible
XM42 también es idÃ³neo para las quemas agrÃcolas controladas de follaje y el control de insectos y plagas por la vÃa rÃ¡pida. En Ãºltima instancia, también se puede utilizar para exhibiciones pirotécnicas o encender la hoguera. Y, por qué no, para simplemente divertirse con los amigos.El mecanismo del lanzallamas es sencillo. XM42 dispara un chorro de gasolina desde un depÃ³sito que tiene un volumen de un litro mientras que el dispositivo de encendido hace prender el flujo de combustible. A diferencia de lo que ocurre con otros modelos, en este caso no es necesario llevar una mochila de combustible a la espalda. AdemÃ¡s, el alcance de la llama no estÃ¡ nada mal: unos 8 metros de distancia.
Para financiar la producciÃ³n en serie del lanzallamas XM42 han creado una campaÃ±a de crowdfunding en Indiegogo. En sÃ³lo un par de dÃas ya han superado el objetivo inicial de 40.000 dÃ³lares y vendido mÃ¡s de 70 unidades. El precio es de 699 dÃ³lares (unos 640 euros) con gastos de envÃos incluidos para Estados Unidos, aunque también venden a otros paÃses pagando un coste adicional.

El invento, como no podÃa ser de otra forma, ha encendido la polémica. En EEUU, los estados de California y Maryland no permiten la venta de lanzallamas, y serÃ¡ necesario ser mayor de 18 aÃ±os para comprarlo en el resto. La producciÃ³n en serie y la entrega de los primeros lanzallamas serÃ¡ en septiembre de 2015. XM42 no es la primera arma que ha aprovechado las nuevas tecnologÃas para su producciÃ³n y difusiÃ³n. Liberator es la primera pistola diseÃ±ada y fabricada con una impresora 3D. Su creador es el tejano (Â¿de dÃ³nde si no?) Cody Wilson. Tiene 26 aÃ±os y se define como "criptoanarquistaâ€. Su idea es un mundo donde cada cual puede producir su arma. El diseÃ±o es open source y puede encontrarse en internet. AdemÃ¡s, como la tecnologÃa siempre va un paso por delante de las leyes, es legal la venta y producciÃ³n de armas con impresoras 3D en Estados Unidos aunque algunas ciudades como Filadelfia ya han prohibido su producciÃ³n.
XM42 es idÃ³neo para las quemas agrÃcolas controladas de follaje y el control de insectos y plagas por la vÃa rÃ¡pida