August 30, 2016

Batería Lenovo 57Y4558

Otro Asus, el Transformer Book T300, va sobrado de RAM (8GB) y de disco duro, ya que alcanza los 500GB. Cuenta con una pantalla de 12,5 pulgadas y puede presumir de ser uno de los más delgados de su entorno aunque no puede sacar pecho en lo relativo a la batería, cuya duración no está a la altura de su precio. Los reyes de la clase. Equipos con los que vas a poder hacer prácticamente de todo aunque, una vez más, no son equipos pensados para videojuegos. En ese caso deberías optar por un portátil tradicional o un PC de sobremesa. El Surface Book de Microsoft ha sabido labrarse un nombre en el terreno de las tabletas de gama alta enfocadas al terreno profesional. La Surface Pro lo ha hecho a lo largo de cuatro años y en este curso nos ha tocado dar la bienvenida al Surface Book, el equivalente de la tableta pero en formato 2 en 1.

No hablamos de un gadget barato, aunque sus especificaciones justifican el precio. El modelo más barato, con 128GB de almacenamiento, 8GB de RAM y pantalla de 13,5 pulgadas se va a los 1.499 dólares. Y hablamos en dólares porque, por el momento, no está a la venta en España, lo que puede ser una pega ya que no incorpora la eñe en el teclado.
El HP Spectre x2 viene con Windows 10, un procesador i7, 8GB de RAM aunque en disco duro queda algo por detrás: sólo 128GB. Tiene un soporte en la parte trasera que permite inclinar la pantalla en diferentes ángulos para poder ajustarla así a las necesidades del usuario. Al estilo del iPad Pro, este equipo de HP viene equipado con cuatro altavoces para ofrecer una calidad de sonido a la altura de su precio: 1.399 euros.

El Surface Book todavía no se puede adquirir en España y algunos rumores apuntan a que Microsoft lanzará un nuevo modelo durante el verano
El último lugar de la lista lo ocupa el Lenovo Yoga 900, un equipo similar en diseño a la gama baja de Lenovo pero que monta un procesador i7 que le permite competir de tú a tú con los grandes nombres de esta lista.
A su favor, una pantalla de 13,3 pulgadas, que tiene una resolución de 3.200 x 1.800, los 16GB de RAM que puede llegar a ofrecer y, todo ello, en un diseño que permite doblarlo para que su uso como tableta no resulte una molestia.
Mientras que parte del futuro de la telefonía pasa por los teléfonos modulares, los ordenadores son sistemas cada vez más cerrados que no se pueden ampliar y en caso de avería son difícilmente reparables. Parece una broma pesada que la web especializada iFixit haya señalado como casi irreparables el último Macbook o la Surface Pro 3. Si alguna de estas máquinas sufre un desperfecto, el susto de pasar por el servicio técnico oficial puede ser memorable.

Los ordenadores portátiles se han popularizado tanto en los últimos años que han desplazado a los ordenadores de sobremesa, algo por otra parte lógico. Muchos acabaron completamente hartos de esas enormes y feas máquinas plagadas de cables que se vendieron como churros antes de que los portátiles dejasen de ser un lujo.
Pero la fiebre por los ordenadores portátiles también trae consigo muchos desencantos. Sobre todo entre los que a la hora de la verdad compran estos equipos y no los mueven casi nunca de su escritorio. Puede tener mucho más sentido disponer de un ordenador de sobremesa con capacidad para realizar tareas más o menos exigentes y un portátil o tableta económicos que cubran las necesidades básicas de movilidad.

Esa combinación puede resultar más rentable a corto plazo, pero sobre todo a largo plazo, que si adquirimos un ordenador portátil avanzado. También hay que tener en cuenta que aunque se suele olvidar, muchos portátiles no están pensados para un uso intensivo. Sobre todo en la calurosa España. Los sistemas de refrigeración de los ordenadores de sobremesa están mucho mejor preparados para soportar largas sesiones de trabajo.
Pero la gran ventaja de los ordenadores de tipo torre frente a los portátiles es su diseño modular. Algo que los convierte en la pesadilla de los fabricantes que apuestan por la obsolescencia programada en sus productos. Como sucede con los viejos coches de antes de la revolución que aún circulan por Cuba, casi cualquier componente puede ser reemplazado en uno de estos PC como si se tratase de una pieza de Lego.

El tamaño tampoco tiene porque ser un grave problema. Los ordenadores de sobremesa no solo existen en forma de enormes torres. También es posible adquirir modelos con un tamaño más comedido que permiten cambiar sus componentes internos con facilidad. Menos recomendables son los denominados ordenadores 'all in one' con el monitor integrado (como el iMac). Las posibilidades de ampliación de estos equipos son por lo general tan limitadas como las de los portátiles.
(Foto: Ramón Peco)(Foto: Ramón Peco) Debido a su carácter modular no es necesario recurrir a una marca conocida para comprar un PC. Un técnico con los suficientes conocimientos puede diseñar a medida nuestro ordenador en función de las características específicas que busquemos. En estas últimas semanas se ha hablado mucho del análisis que realizó un estudio de fotografía adquiriendo un PC por piezas en Amazon por 4.000 dólares, el mismo precio que un iMac 4K. Al comparar ambos equipos el PC lograba un rendimiento mucho más potente que el Mac.

Sin embargo, los que quieran quieran evitar complicaciones técnicas lo ideal es que opten por un PC de sobremesa ensamblado por algún fabricante de confianza. Lo primero que hay que tener en cuenta es el procesador con el que cuenta el equipo. En el caso de los procesadores Intel hay que saber que los Core i7, i5 e i3 de sobremesa proporcionan un mejor rendimiento que procesadores con la misma denominación diseñados para portátiles. Al menos si ambos modelos son de la misma generación.
Un PC adquirido por piezas en Amazon por 4.000 dólares consiguió un rendimiento muy superior al del iMac 4K, del mismo precio, según un análisis
A propósito, sabemos que por ejemplo un procesador Intel Core i7-6800T es de sexta generación por la primera cifra que aparece después del guion. Si optamos por procesadores AMD, los más avanzados actualmente para los PC de sobremesa son los AMD FX. Tanto los procesadores de AMD como Intel pueden ser igualmente válidos para el uso que vayamos a darle al equipo, pero debemos tener en cuenta que la placa base de cada procesador será diferente.
Por lo que conviene informarse bien antes de optar por un procesador u otro, porque si por ejemplo queremos pasar de AMD a Intel en el futuro, o viceversa, tendremos que sustituir, además del procesador, la placa base y otros componentes. Lo que prácticamente equivale a cambiar de ordenador por completo. En esta web es posible comparar todos los procesadores de Intel y AMD.

Respecto a las placas base hay que informarse sobre la velocidad con la que trabajan, si disponen de conexiones para discos duros SATA 3 o 4 y examinar el tipo de puertos de conexión que incorporan. También es fundamental comprobar las conexiones de memoria RAM. Los módulos de memoria están entre los componentes más baratos y que mejor rendimiento proporcionan. Si pretendemos que el equipo dure muchos años, lo ideal es que en el futuro sea posible ampliar la memoria a cantidades que quizá hoy nos parezcan exageradas, como 32 o incluso 64 gigas, y que la placa sea compatible con memorias DDR4, las más avanzadas que hay actualmente.
Otro de los componentes que mejor marca la diferencia entre los ordenadores de sobremesa y los portátiles son las tarjetas gráficas. Finalmente, es importante tener en cuenta el sistema de refrigeración del equipo. Algo en lo que también juega un papel la propia caja.

Algunos PC de sobremesa tienen tecnología de refrigeración muy ruidosa. Por lo que conviene explorar opciones en las que no sea una tortura trabajar con el ordenador cuando se calienta. Una buena opción es la caja Cooler Master: Silencio 550. En cualquier caso si compramos un PC ensamblado previamente lo ideal sería intentar verlo funcionar a plena potencia para escuchar el ruido que emite. Las posibilidades a la hora de adquirir un PC de escritorio son casi infinitas. Basta con echar un vistazo a cualquier tienda 'online' para comprobarlo. A pesar de ello, nos hemos atrevido a seleccionar tres ordenadores con configuraciones que van desde una para uso doméstico hasta otra para juegos y tareas muy avanzadas.
Los que buscan un ordenador solvente pero no tienen mucho presupuesto pueden encontrar por algo menos de 600 euros el Asus VivoPC K31CD en una de sus configuraciones básicas: con un procesador Core Intel i3-6100 de última generación, tarjeta gráfica integrada Intel HD Graphics 530, puertos USB 3.0 y USB 3.1, compatibilidad con memoria RAM DDR 4, dos ranuras de expansión para añadir componentes internos como tarjetas gráficas, cuatro bahías para conectar discos duros (admite conexiones SATA 3), y Windows 10 Home. La principal pega de este equipo es que en su configuración básica viene escaso de RAM, solo cuatro gigas, y no cuenta con una tarjeta gráfica dedicada ni tarjeta para conectarnos a redes wifi.
Como sucede con los viejos coches, casi cualquier componente puede ser reemplazado en uno de estos PC como si se tratase de una pieza de Lego

Posted by: retrouve3 at 05:53 AM | No Comments | Add Comment
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